Cuando sepas que he muerto
no me pienses, no me llores...
Imagíname dormida
en un sueño profundo
Volando cordillera y desierto
mirando desde lo alto las flores,
amándote siempre,
en otra dimensión,
en otro mundo, en otro tiempo.

Nada cambiará pues solo muere el cuerpo
y yo juré amarte por una eternidad
no por un momento
y si una lágrima acusa el llanto silencioso
hazla desaparecer rápido,
porque te quiero contento.

Viví lo que quise y donde quise
a veces rápido, a veces lento.
No quiero un adiós de arrepentimiento
ni que marque tu rostro, el sufrimiento.
No es un adiós definitivo...
pues te llevo en mi pensamiento
y me cobijo en tu mente
mientras vuela mi espíritu,
en pos del viento.

No desaparezco sin dejar huellas
porque dejo el amor que sembré en cada rosa,
en el sauce, el naranjo
y en cada flor de primavera
en mis versos y poemas
y en el beso aquel... recuerdas...?
ese.. que nos dimos por vez primera...

Así que ... cuando sepas que he muerto...
no me llores, no... no me llores
de nada te arrepientas...
y no quiero flores.
Iré flotando para integrarme al universo
y contarle a las estrellas
lo que todos ignoraron,
cuando oculté una gran pena...

Escapo por fin de éste mundo
que me hizo prisionera
con cadenas internas y cadenas por fuera
sometida a leyes injustas
cual leyes de guerra.
Por eso pido... no me llores
seguiré estando en la brisa,
en el rocío de la mañana
en la lluvia que tanto amaba
y en la sonrisa hermosa de mis hijos.

Matty Canales
Santiago - Chile