Por un error


POR UN ERROR

¿Por qué, por apresurarme a la vida,
me instalé en un vientre mártir,
cuando pude ser una reina?
Fue mi primer error, que me hizo tan frágil
ante el dolor de la existencia.

Pude haber sido un ser intransigente,
fuerte y retadora, en lugar de ser sumisa,
fiel amante despedida,
llantos torrenciales por valles sin corrientes,
soles a la sombra de quereres que no brillan.

Soy prisionera de mis propios errores,
cortaron mis alas y las viejas cerraduras,
no abren ni con el mismo cataclismo,
es maloliente, el aire que respiro
porque mis labios huelen no a ternuras.

Ya no recuerdo si en mí hay pecado,
ya no siento lo que no pude o quise ser,
sólo sé que vivo dentro de un cuerpo ajado,
por los embates de un tiempo que fue
el verdugo de una prisión de antaño.

Cuatro paredes que no penetran aires,
ni luz que delate un sol ardiente,
una ventana para que apenas alcance,
con las tristes caídas de mis ojos otoñales,
mirar las hojas que el viento mece.

Es en esta cárcel, que destierran sueños,
que me encuentro prisionera,
atada con hilos hechos de desprecio,
abandonada a la suerte de las fieras,
que ya no son tan fieras, por error de nacimiento.

Carmen Flores

abril/2010


 
 
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